Cuando el estrés y la rutina agotan el deseo sexual. Claves para recuperar la libido a tu ritmo y sin forzarte

A lo largo de nuestra vida, es normal que pasemos por momentos o periodos en los que sentimos menor deseo o interés sexual. La vida está llena de desafíos: Trabajo, familia, vida social, responsabilidades que pueden hacernos sentir agotadas y, muchas veces, estresadas. Pero ¿sabías que ese estrés también puede afectar nuestra libido? Todas las mujeres, en algún momento de nuestra vida, podemos sufrir falta de libido por esta causa. Esto tiene mucho que ver con el impacto del estrés en nuestro equilibrio hormonal.

Estrés y hormonas: ¿Qué sucede en nuestro cuerpo?

Vidas “con ruido y sin tiempo” son causa de malestar y enfermedad. Ante el estrés nuestro cuerpo está preparado para responder, reparar y optimizar el equilibrio interno, pero a veces el exceso de peligros y amenazas que el cerebro experimenta llevan a un desequilibrio biológico.

El cerebro no diferencia entre el estrés emocional y el físico porque ambos provocan la misma respuesta en nosotras. Ya sea que estemos cansadas o pasando por algo emocionalmente duro, el cerebro activará una hormona llamada cortisol, también conocida como la «hormona del estrés».

El estrés puntual o “estrés positivo” es incluso beneficioso y nos aporta energía y eficacia en nuestras acciones. Todo lo contrario a lo que ocurre con el estrés crónico, que puede afectar negativamente nuestra salud y, sí, también nuestra libido.

¿Por qué sentimos que nuestras ganas de tener sexo desaparecen?

Esto se debe a que el cuerpo prioriza la respuesta al estrés sobre la reproducción. En otras palabras, nuestro cuerpo entra en «modo supervivencia», empieza a producir cortisol, entre otras hormonas, y se ven afectadas las hormonas sexuales, como los estrógenos, que están asociadas a nuestro deseo sexual.

El impacto del estrés continuado en nuestro cuerpo es innegable. Cuando nuestros niveles de cortisol están por las nubes y nos sentimos agotadas mentalmente, nuestras ganas de tener relaciones sexuales disminuyen, porque uno de los componentes fundamentales del deseo sexual es “la disposición emocional y cognitiva”.

Si además nos encontramos en una etapa vital como el posparto o la menopausia, la caída de estrógenos altera nuestra excitabilidad, así como la calidad de la respuesta sexual y conlleva una mayor vulnerabilidad emocional; tenemos la “tormenta perfecta” para “no desear” e incluso evitar el encuentro y la intimidad.

Se trata de un círculo vicioso: cuanto más estresadas, angustiadas o cansadas estamos, menos libido tenemos, y esto nos puede llevar a estar más desconectadas con nuestro cuerpo.

Estimular el deseo sexual de forma natural

Cada vez más mujeres buscan soluciones para equilibrar sus hormonas y mejorar su bienestar sexual. Aunque no siempre podemos eliminar la fuente de estrés, sí podemos ajustar algunos cambios en nuestra rutina diaria.

El estilo de vida es el primer peldaño, hay que revisar nuestra alimentación, incentivar el ejercicio físico y salvaguardar el adecuado descanso. Aparte realizar actividades que nos relajen, como la meditación, la atención plena, el yoga, la respiración consciente, el masaje terapéutico o simplemente tomarnos tiempo para nosotras mismas. Al reducir nuestra carga mental, crearemos espacio para reconectar con nuestro cuerpo.

Cuando revises tu dieta, incluye alimentos con alto contenido en proteínas y vitaminas del grupo B, como frutos secos y verduras de hoja verde, los cuales pueden ayudarnos a calmar nuestro sistema nervioso. Los complementos alimenticios con una composición adecuada, como MUSA VIGOR, también pueden ser un apoyo extra.

Uno de sus ingredientes principales es la ashwagandha, una planta adaptógena utilizada durante siglos en la medicina ayurvédica por sus propiedades para ayudar a reducir los niveles de cortisol en personas sometidas a estrés. Se ha demostrado que mujeres que toman extracto de raíz de ashwagandha experimentan mejoras en su función sexual, incluidas la excitación, la lubricación y la satisfacción general. Este tipo de apoyo natural puede ser clave para retomar la conexión con nuestro cuerpo y revitalizar nuestra vida íntima.

Además de la ashwagandha, MUSA VIGOR está formulado con:

Maca: Ayuda a estimular el deseo sexual
Damiana: Favorece la lubricación y la excitación
Ginkgo biloba: Ayuda a mantener el equilibrio mental
Zinc: Apoya la producción de hormonas sexuales y contribuye a mantener un equilibrio hormonal.
Vitaminas A, B5 y B6: Contribuyen a reducir el cansancio y la fatiga

Cuidando nuestro bienestar emocional y social

La salud sexual depende de la armonía de lo biológico, lo psicológico y lo social. Enfermedades como diabetes, hipertensión o el dolor crónico pueden repercutir en el deseo sexual y deben ser evaluadas por un profesional. Pero no debemos subestimar el impacto que el estrés tiene en nuestra mente, emociones y cuerpo. Por ello, es esencial enfocarnos en nuestro bienestar emocional. Practicar el autocuidado, mantener una comunicación abierta con nuestras parejas y gestionar activamente nuestro estrés puede ser la clave para recuperar nuestro bienestar.

No obstante, cuando el bajo deseo o interés se prolongue en el tiempo, ocasione malestar severo o afección de tu calidad de vida, consulta a un especialista de la salud sexual.

Artículo revisado por Dra. Gema García Gálves.

Ginecóloga experta en suelo pélvico

Referencias

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Recomendaciones

Consulta con un experto antes de tomar complementos alimenticios por primera vez.

Te ayudará a valorar la idoneidad de tomar los complementos alimenticios en caso de tener alguna circunstancia especial, patología o si estás tomando algún medicamento.

Los complementos alimenticios no deben utilizarse como un sustituto de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.

Mantener fuera del alcance de los niños.

Conservar en lugar fresco y seco, protegido de la luz solar.

No sobrepasar la dosis diaria recomendada.

Si experimenta algún efecto adverso, interrumpa su uso inmediatamente y póngase en contacto con un profesional de la salud.