La planificación del embarazo implica un proceso de preparación que va más allá del “simple acto” de concebir. Desde aspectos médicos hasta cambios en el estilo de vida, hay una serie de consideraciones importantes a tener en cuenta cuando se busca activamente un embarazo. Repasamos los aspectos clave a tener en cuenta en este proceso.
El ciclo menstrual y su importancia en el embarazo
Conocer las fases del ciclo menstrual y saber qué significa cada una de ellas es realmente fundamental para maximizar las posibilidades de quedarse embarazada. Se entiende que un ciclo menstrual dura de media 28 días, empezando a contar desde el primer día de regla. Durante la ovulación, que tiene lugar en torno al día 14 del ciclo menstrual (teniendo en cuenta que empezamos a contar el primer día de la menstruación), se libera un óvulo de uno de los ovarios. Este ovocito vivirá unas 24 horas, pero los espermatozoides pueden permanecer con vida dentro del cuerpo de la mujer hasta cinco o seis días. Es lo que se conoce como ventana de la fertilidad.
A lo largo de nuestra vida adulta es útil llevar un calendario menstrual, pero cuando estamos buscando el embarazo, mantener este diario resulta indispensable para determinar la duración y el mejor momento de ovulación del ciclo. Además, es importante estar atentas a los cambios fisiológicos que se producen en nuestro cuerpo durante la ovulación y que indican que estamos en un momento fértil, como el hecho de que nuestra temperatura basal aumente entre 0,4 y 1,0 °C, o que el moco cervical se vuelva más abundante, transparente y elástico durante unos días.
También existen tests de ovulación, de venta libre en farmacias, que son muy prácticos para identificar cuándo se está produciendo este proceso. Miden el nivel de la hormona LH, también conocida como la hormona luteinizante, que es la responsable de la ovulación.
Factores que influyen en la fertilidad:
- Edad: Es el factor más significativo, ya que la fertilidad disminuye a medida que cumplimos años. La mejor edad reproductiva para nosotras es en torno a los 20 años. A partir de los 35, las posibilidades comienzan a disminuir gradualmente porque la reserva ovárica es finita y se va agotando de forma progresiva.
- Tabaco: Fumar afecta significativamente a la fertilidad tanto en mujeres como en hombres, porque disminuye la calidad de los óvulos y acelera la pérdida de reserva ovárica, además de reducir la cantidad y la movilidad de los espermatozoides.
- Alcohol: Se recomienda no consumir alcohol a partir del momento en el que se tome la decisión de buscar el embarazo.
- Cafeína: Se recomienda limitar la dosis de cafeína a 1 o 2 tazas de café al día, ya que el exceso de esta puede dificultar la concepción.
- Peso: No mantener un peso saludable puede alterar los niveles hormonales y provocar que la ovulación sea irregular.
- Trastornos que pueden afectar a la fertilidad: Endometriosis, síndrome de ovario poliquístico (SOP), anomalías uterinas y otras afecciones no relacionadas necesariamente con el aparato reproductor femenino, como las enfermedades renales, las autoinmunes o los trastornos en la tiroides, pueden afectar la fertilidad tanto en hombres como en mujeres.
- Infecciones de Transmisión Sexual (ITS): Algunas ITS, sobre todo cuando no están siendo tratadas, pueden provocar enfermedades que causen daño a los órganos reproductivos, como es el caso de las infecciones por clamidia.
Recomendaciones en la búsqueda del embarazo
La búsqueda de un embarazo implica considerar diversos aspectos que pueden influir en la concepción.
Acude a tu ginecólogo
Lo recomendable es acudir puntualmente a las citas con el ginecólogo para llevar un buen control de nuestra salud. Pero, además, cuando una mujer se plantea la posibilidad de ser madre, es un buen momento para acudir a la consulta del profesional para comentar el historial médico y realizar las pruebas necesarias que permitirán evaluar su estado de salud (como un examen físico, análisis de sangre y de orina). Esta consulta también supone una buena oportunidad para revisar si la mujer toma alguna medicación que esté contraindicada para esta etapa, echar un vistazo a los antecedentes familiares y considerar si es necesario hacer algún cambio en su estilo de vida para lograr su objetivo.
Lo habitual es conseguir un embarazo dentro del primer año en el que se tienen relaciones sexuales frecuentes sin protección. Si pasa este tiempo y no hay embarazo, sobre todo cuando somos mayores de 35 años y las posibilidades empiezan a ser cada vez menores, es un buen momento para acudir a la consulta médica para buscar ayuda. La infertilidad puede afectar tanto a hombres como a mujeres, y en ambos casos existen tratamientos disponibles.
Alimentación saludable
Siempre es importante llevar una dieta equilibrada y variada, pero lo es aún más cuando vamos en busca del embarazo. Llevar una alimentación saludable que aporte todos los nutrientes necesarios para nuestro organismo con variedad de frutas, verduras, granos enteros, proteínas y grasas saludables puede ayudar a optimizar la fertilidad tanto en hombres como en mujeres, como evidencia este estudio. Cuidar la alimentación, mantener un peso saludable y practicar ejercicio de forma regular es importante tanto para aumentar las posibilidades de concebir como para que el embarazo prospere.

Complementos recomendables
Más allá de una dieta sana y equilibrada, la Asociación Española de Nutrición y Dietética recomienda comenzar a complementar la dieta con ácido fólico de 400 mcg. en torno a un mes antes de la concepción y al menos durante el primer trimestre del embarazo. Se ha demostrado que la vitamina B9, mejor conocida como ácido fólico, reduce el riesgo de malformaciones en el feto. En algunos casos concretos, el especialista puede prescribir que se aumente la dosis recomendada de esta vitamina o reforzar la alimentación con un complemento que contenga hierro, por ejemplo.
Además de los complementos alimenticios que ayudan a cubrir las necesidades nutricionales para el desarrollo del embarazo, también existen probióticos que pueden contribuir a mejorar la salud vaginal y la fertilidad. En este sentido, MUSA LACTOFERTY puede ser un gran aliado en la búsqueda del embarazo. Gracias a su ingrediente principal, L. Salivarius, ayuda a equilibrar la microbiota vaginal facilitando la movilidad de los espermatozoides hacia el óvulo y, por otro lado, procura un pH vaginal adecuado y una flora uterina saludable, ayudando en el desarrollo del embrión durante la implantación.
Se recomienda tomar 1 cápsula al día con un vaso de agua durante 6 meses o hasta conseguir embarazo. Siempre que el médico especialista lo considere adecuado, se puede prolongar la toma de MUSA LACTOFERTY hasta la semana 12 para ayudar con el proceso de implantación.
Sexualidad y embarazo
Es común que, sobre todo en casos donde la concepción tarda en llegar, perdamos el interés en mantener relaciones por nuestro propio placer y lo hagamos como algo prácticamente mecánico. Pero no solo se trata de lograr el embarazo, sino de conservar la conexión en pareja y no dejar que el sexo sea un procedimiento más. Por eso es importante priorizar el deseo y la excitación para no caer en la monotonía ni en la obsesión por conseguir el embarazo.

A pesar de que la creencia popular dice que algunas posturas sexuales que facilitan una penetración más profunda podrían aumentar las posibilidades de concebir, o que mantener las piernas levantadas ayuda a los espermatozoides a alcanzar el óvulo, lo cierto es que no existe una evidencia científica sólida que respalde estas ideas.
Si se está planificando un embarazo, es importante tener en cuenta que un buen asesoramiento médico, algunos cambios básicos en el estilo de vida y un mejor control de nuestro cuerpo y ciclo menstrual son, en condiciones normales, suficientes para prepararnos físicamente para la maternidad. La búsqueda de un embarazo debe ser una experiencia gratificante guiada por decisiones informadas y respaldada por el asesoramiento médico adecuado.
Referencias
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