El cortisol, conocido como hormona del estrés, juega un papel muy importante en nuestro organismo porque regula, entre otras cosas, las respuestas al estrés, el metabolismo y el sistema inmunológico. Sin embargo, aunque el cortisol puede ser algo positivo, cuando los niveles de esta hormona permanecen elevados de manera crónica, puede tener efectos perjudiciales para la salud, especialmente en mujeres.
El exceso de cortisol puede provocar aumento de peso, algunos trastornos del sueño, problemas digestivos e incluso una reducción de la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, además de afectar la salud mental, desencadenando problemas como la ansiedad y la depresión. A nivel reproductivo, los niveles elevados de cortisol también pueden afectar negativamente la fertilidad femenina, interfiriendo con las hormonas necesarias para la ovulación y la concepción.
Es esencial entender el papel que juega el cortisol y cómo influye para mantener el bienestar físico y emocional. Por eso, analizamos el impacto negativo del cortisol alto y qué complementos podemos tomar para mantener esta hormona en equilibrio.
¿Qué es el cortisol?
El cortisol es una hormona esteroidea producida por las glándulas suprarrenales y es fundamental en la respuesta del cuerpo al estrés. Su liberación se controla desde el eje hipotálamo-pituitaria-suprarrenal (HPA) y está diseñada para preparar al cuerpo para situaciones extremas de estrés. En condiciones normales, el cortisol ayuda a regular diversas funciones del organismo, como el metabolismo, la inflamación, y el control de los ciclos del sueño.
El problema viene, tal y como explica la psiquiatra Marian Rojas Estapé, del hecho de que nuestro cuerpo y nuestra mente no son capaces de distinguir una amenaza real de una imaginaria y el cortisol puede volverse dañino cuando se mantiene elevado. Cuando los niveles de cortisol permanecen altos por periodos prolongados de tiempo, el cuerpo puede entrar en un estado de «intoxicación por cortisol». Este estado crónico puede ser desencadenado por factores como el estrés constante, la falta de sueño, una dieta inadecuada o un entrenamiento excesivo. La intoxicación por cortisol, en los peores casos, puede llevar a una serie de problemas de salud como la hipertensión, el aumento de peso, la diabetes tipo 2 y algunos trastornos de ansiedad.
Cortisol alto y fertilidad: ¿cómo nos afecta?
La fertilidad femenina es un proceso complejo y delicado que puede verse afectado por múltiples factores entre los que se encuentran los cambios en los niveles hormonales.
Unos niveles demasiado elevados de cortisol pueden llegar a tener un impacto directo en el ciclo menstrual al interferir con la producción de gonadotropinas, que son las hormonas responsables de regular la función de los ovarios. Estas gonadotropinas, como la hormona luteinizante (LH) y la hormona foliculoestimulante (FSH), son esenciales para el proceso de ovulación, pero cuando el cortisol está elevado de manera crónica, puede alterar la secreción de estas hormonas, traduciéndose en disfunciones en la ovulación y afectando directamente la fertilidad y a la capacidad de concebir.
Además, el cortisol elevado puede reducir los niveles de estrógenos y progesterona, hormonas necesarias para mantener un embarazo saludable. La progesterona es esencial para preparar el revestimiento del útero para la implantación del embrión y para mantener el embarazo en las primeras etapas. Por lo tanto, un déficit de progesterona causado por el cortisol alto puede llegar a aumentar el riesgo de infertilidad y de abortos espontáneos en las primeras etapas del embarazo.
Más allá de los cambios hormonales, el estrés crónico también impacta negativamente en otros aspectos clave de la fertilidad. Cuando una mujer está muy estresada, no solo disminuye su libido y su deseo sexual, sino que también se debilita el sistema inmunológico, alterando la microbiota vaginal y aumentando el riesgo de sufrir infecciones
¿Cómo podemos disminuir los niveles de cortisol?

Como decimos, mantener a raya el cortisol no solo es garantizarse una buena salud general, sino que también es importante para la fertilidad. Tomar medidas para controlar el estrés y promover la relajación puede tener un impacto significativo en la salud hormonal femenina y en la capacidad de para quedarse embarazada y que el embarazo prospere adecuadamente.
A nivel general, bajar los niveles de cortisol está íntimamente relacionado con el aumento de los niveles de oxitocina, conocida como la “hormona de la felicidad”. La oxitocina se relaciona con la relajación, el buen humor y las relaciones sociales, y por eso el aumento de sus niveles en el organismo puede contrarrestar los efectos negativos del cortisol, reduciendo el estrés y la ansiedad y propiciando un estado emocional equilibrado.
¿Podemos aumentar nuestra oxitocina para reducir los niveles de cortisol? Repasamos qué cambios podemos incorporar a nuestro día a día para mejorar nuestra fertilidad en caso de que estemos buscando un embarazo:
- Ejercicio moderado: Aunque el ejercicio demasiado intenso puede llegar a aumentar el cortisol, el ejercicio moderado ayuda a reducir notablemente sus niveles. Practicar deporte también contribuye a la producción de endorfinas y oxitocina, por lo que es un gran aliado para mejorar el ánimo y reducir el estrés.
- Técnicas de relajación: Prácticas como el yoga o la meditación reducen el estrés y pueden bajar los niveles de cortisol. Estas técnicas también mejoran la calidad del sueño, lo que a su vez regular esta hormona.
- Dieta equilibrada: Una dieta rica en nutrientes que incluya frutas, verduras, proteínas y grasas saludables puede ayudar a mantener niveles estables de azúcar en la sangre, lo que es esencial para evitar picos de cortisol. Además, ciertos alimentos concretos como el chocolate negro y el té verde contienen compuestos que pueden ayudar a reducir esta hormona.
- Conexión social: Compartir tiempo con nuestros seres queridos, participar en actividades sociales, y mantener relaciones interpersonales positivas aumenta la producción de oxitocina y reduce el cortisol.
- Inputs positivos: El contacto con la naturaleza, realizar actividades placenteras y alejarse de la rutina de vez en cuando son pequeños gestos que tienen un gran impacto en nuestra salud emocional y sirven para controlar el cortisol.
- Favorecer el descanso: Los trastornos del sueño son una consecuencia directa del estrés crónico. Mantener una buena higiene del sueño y favorecer la desconexión y el descanso es fundamental para conseguir bajar el cortisol.
- Disfrutar del sexo: Disfrutar de nuestra sexualidad es clave para reducir el estrés, ya que durante las relaciones sexuales se liberan altos niveles de oxitocina, alcanzando su pico durante el orgasmo. Aunque esta «hormona de la felicidad» actúa como un potente inhibidor del estrés, este puede disminuir la libido cuando lo sufrimos de manera crónica. MUSA VIGOR ofrece una solución sencilla y natural para revitalizar el deseo sexual femenino, ayudando a mantener una vida sexual saludable. Elaborado a base de ingredientes naturales escogidos como maca, damiana liboost®, ashwagandha, ginko biloba, y vitaminas A, B5, B6 y zinc, este complemento alimenticio estimula la libido y aumenta el deseo sexual.
Referencias
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- Las mujeres con altos niveles de estrés y ansiedad pueden ovular hasta un 20 % menos [Internet]. Quirónsalud. [citado 3 de septiembre de 2024]. Disponible en: https://www.quironsalud.com/es/comunicacion/actualidad/mujeres-altos-niveles-estres-ansiedad-pueden-ovular-20-meno
- Marian Rojas Estapé – Médico Psiquiatra [Internet]. Marian Rojas Estapé. 2020 [citado 3 de septiembre de 2024]. Disponible en: https://marianrojas.com/
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